Quizás nunca antes había sido más oportuna la letra de su mayor éxito Me voy pues, como todos, el joven cantante y compositor cubano Cimafunk ha permanecido en casa los últimos meses. Lejos de los escenarios, de la amplia agenda de giras y conciertos, ha tenido más tiempo y calma para crear nueva música con la cual se propone llevar la sensación del en vivo a las canciones de un álbum.
“Han sido momentos de creación, también de visualización interna –afirma-. Acceder al espacio que antes no tenía me permite encontrar nuevas maneras de hacer música. La musa siempre está, la inspiración viene cuando quiere y al aparecer, la descargo en un nuevo ritmo o canción”.
Cimafunk asegura que está estudiando bastante, escuchando mucha música y viendo algunos shows de otros artistas. “Eso me ayuda a comprender detalles de los conciertos en vivo, de su concepción y dinámica. He estado lidiando con la vida cotidiana pero, a la vez, aprendiendo mucho y dedicándome a entender en lo que ando musicalmente”, explica a los amigos de Top Cubano.
“No me siento frente al reto de hacer un disco que supere al primero. Cada álbum habla de algo –prosigue-. Trato de que las canciones que voy haciendo hablen de qué estoy sintiendo y viviendo. Mi segundo álbum viene con eso. Ya estoy escribiendo las letras. Incluso, haciendo la parte musical.
“Tendrá mucho de la concepción de mi música en este momento, sobre todo, del show en vivo. Esa sensación es muy diferente a la del álbum, que concibo en casa. Grabo una cosa, no me funciona y grabo otra vez. Puedo pasarme perfectamente tres o cuatro días haciendo una canción pero el vivo es ahora, ves la reacción de la gente en tiempo real”, considera el artista.
“Y es lo que trato de captar en un fonograma sin que los temas duren 8 ó 9 minutos. Más allá de complacer al espectador con un disco superior a Terapia ese, quizás, es el verdadero reto que tengo, llevar la sensación del en vivo a un álbum”.
Sin dudas, este stop en su carrera le recuerda a sus inicios. “Siempre trato de mantenerme conectado con esa parte de mi vida en la que empecé a hacer música –confiesa-. Todas esas vivencias están en lo que digo y hago.
“Se me ha vuelto difícil expresarme de manera sincera si me desprendo un poco de eso. Intento tener siempre presente mi infancia, cuando empecé a escribir y esos tiempos en los que no me hacía tantas preguntas ni juzgaba tanto las cosas. Es muy saludable”.
Para Cimafunk, hacer covers es un proceso de aprendizaje bien claro y específico. El tema Lean on me, de Bill Whiters, es de los más recientes. “Yo le descargo a su música, a sus letras y a su manera de mantener la libertad a la hora de hacer una canción”, precisa.
“Cuando uno se mete en ese proceso tiene que aprenderse la canción y también, qué estaba tratando de decir su autor en el instante en que la escribió. Es una buena experiencia conectarse con otro compositor”, reconoce.
El próximo cover se basará en un tema del amigo recientemente fallecido Yolo Bonilla. “Estamos en ese proceso. Nos hemos juntado varios artistas”, anuncia.
Las colaboraciones musicales tampoco han faltado durante este tiempo en casa. “Son unas cuantas y todas han sido muy ricas para mí. He conocido a gente súper especial. Me encanta crear con otros artistas. Hemos vivido momentos muy divertidos, sabrosos y orgánicos. Al final, es un vacilón porque terminamos haciendo chistes en el estudio y gozando mucho ese proceso”.
Entre las más recientes destaca la versión del emblemático tema de Los Van Van, El buey cansao, a la cual le invitó el pianista Harold López-Nussa para su nuevo disco Te lo dije. “Harold me llamó y yo accedí súper encantado. Me gustó mucho el resultado de la canción y de su videoclip”.
Según adelanta, también se encuentra cocinando un tema que compartirá con Los Niche y la orquesta Pupy y Los Que Son Son. “Hace rato que pensamos colaborar y ahora me llamaron Los Niche que tienen algo planeado. Estoy muy contento con eso”.
Con nuevo disco entre manos, varias colaboraciones y covers, Cimafunk siente que aprovecha este tiempo en casa. “Ha sido de aprendizaje, muy sabroso y orgánico porque todos estamos más conectados.
“Disfruto mucho, por ejemplo, la retroalimentación con el público a la hora de lanzar una canción o postear algo en las redes sociales. Es una interacción más rápida y espontánea que me permite tener una opinión más sincera de las personas. Desde casa están más atentos a lo que publico”, culmina.